Sólo a través de la placenta es posible comprender el desarrollo del ser humano desde su etapa de mayor cambio, mayor crecimiento y mayor especialización. Es tan compleja la interacción que ocurre en ella y de la que es responsable, que muchos grupos se han convencido de que su creación es producto de Dios. Los avances actuales en el conocimiento científico de esta interacción nos han permitido dilucidar la embriología, fisiología y patología de este órgano paralelo al desarrollo fetal.
La placenta es el asiento principal del intercambio nutricional o gaseoso entre la madre y el feto. La placenta y el cordón umbilical crean un sistema de transporte para el paso de las sustancias de la madre al feto. Las membranas fetales y la placenta son expulsadas del útero, con el alumbramiento, poco después del parto.